¡Un verano sin quemarse es posible! Descubre cómo
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Se acerca el buen tiempo y con él, las ganas de playa, piscina, y una piel bien bronceada. Si no te apetece pasarte el verano de color rojo, lee atentamente estos consejos y disfruta del buen tiempo sin preocuparte ;-D.
Prepara tu cuerpo para el verano
Prepárate para el verano con la alimentación adecuada. Unos 10 días antes de exponerte al sol consume mucha vitamina E y betacarotenos. Estos activan la melanina, que es la responsable del bronceado, y se encuentran principalmente en las zanahorias, la calabaza, el albericoque, y las verduras de hoja verde com la legucha, las espinacas, las judías…
Truco: ¡Hazte un zumo de zanahoria con la licuadora cada mañana antes de desayunar, y verás tu piel radiante y preparada para para tomar el sol este verano :-)!
Purifica la piel
Recuerda que para tomar el sol adecuadamente, tu piel debe estar hidratada y sin restos de maquillaje. Recuerda llevarte una botella de agua para hidratare tanto por fuera como por dentro.
Nada de alcohol 😉
¡No te preocupes, ;-D, podrás ir de fiesta si quieres! Nos referimos a que evites utilizar productos que lleven alcohol, como desodorantes, colonias, etc. Estos productos resecan e irritan la piel, obturan los poros y pueden llegar a producir manchas.
Tu protector de verano ideal
Utiliza un protector que vaya acorde con tu fototipo de piel. Esto es importante, porque muchas veces pensamos que utilizando un protector solar de menos intensidad nos vamos a broncear más rápido, pero ocurre justo lo contrario, la piel se quema y hay que volver a empezar de nuevo… ¡por no hablar de lo desagradable que es estar hecho un tomate!
Por eso lo mejor es escoger un producto adecuado y de una marca reconocida, que cumpla con los estándares de calidad y seguridad.
¿Cómo aplicar el protector?
Siempre, siempre una media hora antes de tomar el sol en verano. De este modo la piel absorbe bien el producto y nos aseguramos que funcione. No sirve de nada ponerse el protector solar y entrar en el agua, incluso aunque este sea resistente a la humedad.
Recuerda que hay zonas más delicadas que otras, en las que es bueno incidir, como son la cara, el cuello, los hombros, las orejas…
Exposición progresiva
Los primeros dos o tres días es recomendable no sobrepasar los 15 minutos de exposición al sol diaria. Posteriormente, podrás aumentar este tiempo, hasta un máximo de 2 horas. También debes saber que las horas más peligrosas son entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde, por eso, a ser posible, intenta evitarlas.
¡Ahora solo queda disfrutar del buen tiempo y de los rayos del sol!
Escoge a dónde y con quién quieres disfrutar del sol este verano ¿Playa, montaña, piscina…? ¡Tu eliges! ;-D