Cómo preparar el Camino de Santiago: los mejores consejos
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Este verano, en el que el turismo nacional y de proximidad serán los grandes protagonistas debido al impacto del COVID-19, es una oportunidad única para saldar esa asignatura que muchos tienen pendiente: recorrer un tramo de la ruta jacobea. Eso sí: ya te adelantamos que esta experiencia engancha, y que quien la prueba, repite. ¿Crees que exageramos? En absoluto: echa un vistazo a nuestros trucos y consejos sobre cómo preparar el Camino de Santiago. Además de encontrar numerosas recomendaciones, también descubrirás información práctica sobre esta vía, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993. Y, por supuesto, propuestas de alojamiento para aquellos a los que no les acaben de convencer los albergues.
Antes de nada, debes saber que el número de personas que se embarcan en esta aventura crece año tras año: en 2019, la catedral de Santiago de Compostela registró la cifra récord de 347.538 peregrinos que culminaron su periplo en esta ciudad gallega. Un dato que, no obstante, se reducirá probablemente este año, tanto por la menor afluencia de visitantes extranjeros como por la proximidad del Año Jacobeo 2021, que se alargará hasta 2022 por los efectos del coronavirus. ¿El resultado? Una ocasión irrepetible para hacer el Camino de Santiago sin aglomeraciones ni problemas de alojamiento.
¿Estás listo/a para uno de tus viajes más memorables? ¡Pues vamos a ello!
1. Escoge la ruta que más se adapte a ti
Aunque el itinerario más conocido y transitado para llegar a la tumba de Santiago es el Camino Francés, que se inicia en Roncesvalles y tiene 764 km, lo cierto es que no es el único. Es más: el Camino de Santiago cuenta actualmente con más de 50 rutas solo en España (de hecho, hay itinerarios que parten desde numerosos puntos de Europa).
Entre las más populares, destaca el Camino Primitivo, que arranca en Oviedo, y que debe su nombre al primer peregrino que llegó a Compostela: el rey Alfonso II (759-842), quien no dudó en salir desde Asturias para venerar la tumba del apóstol, hallada en el año 813 (al menos, para los creyentes). Sin embargo, hay otros muchos: el Camino Sanabrés, el Camino Portugués, el Camino Inglés, el Camino de la Lana, el Camino Aragonés, el Camino Baztanés, el Camino Olvidado…
A la hora de elegir el itinerario, debes valorar los siguientes aspectos:
- Días de vacaciones disponibles
- Número de etapas y kilómetros de las mismas (se aconseja andar unos 25 km diarios)
- Dureza y aspectos técnicos del trazado
- Afluencia de peregrinos
- Servicios y alojamiento (y disponibilidad de los mismos en cada época del año)
- Paisajes
- Patrimonio monumental y actividades de ocio
- Facilidades de acceso en transporte público o privado desde tu ciudad de origen
Actualmente, existen muchos sitios web con la lista de todos los caminos disponibles, por lo que te será fácil consultar todas las opciones a tu alcance.
En cuanto a la preparación física requerida, esta no es indispensable en la mayor parte de los itinerarios, aunque se aconseja hacer estiramientos antes y después de cada etapa para evitar lesiones (lo de las ampollas, ya es un poco más difícil).
2. Consigue tu credencial
Si existe un compañero imprescindible para cualquier peregrino, ese es la credencial. Con esta cartilla, no solo se puede acceder a alojamiento a precios económicos en albergues públicos o privados —así como en algunos hoteles con tarifas reducidas para peregrinos—, sino también descuentos en entradas a iglesias y museos, o incluso en los menús de los restaurantes. Asimismo, también permite solicitar los diplomas que algunas instituciones expiden al final de la peregrinación (los veremos en el siguiente punto). Para beneficiarse de cualquiera de estas ventajas, hay que presentar el documento debidamente sellado en los diferentes puntos de paso (en Galicia, los albergues municipales suelen exigir por lo menos dos sellos por etapa). Algunos de ellos son una pequeña obra de arte, por lo que la credencial se convertirá en un souvenir perfecto.
Para solicitar tu credencial, debes dirigirte a la Asociación de Amigos del Camino de Santiago más próxima a tu lugar de residencia, o bien consultar qué iglesias, tiendas, albergues u oficinas de turismo la expiden. Algunos sitios web también las envían a domicilio por correo. A veces, como ocurre con el Camino Valdiniense o el Camino de San Salvador, algunas rutas tienen su propia credencial, si bien la que se entregan en toda España o en otros países es válida para cualquier recorrido. Si la obtienes en Francia, el diseño también será diferente, si bien te servirá exactamente igual. Generalmente, el precio es de 2 €, pero puede encarecerse si se compra en alguna entidad no religiosa.
3. Elige tu diploma
Además de los increíbles paisajes y vivencias que te aguardan, también podrás obtener un certificado al final de tu peregrinación. Por eso, en nuestra lista de consejos sobre cómo preparar el Camino de Santiago, no podíamos dejar de mencionar este detalle. A continuación, te enumeramos todos los diplomas que puedes conseguir, fruto de tu esfuerzo (y previa presentación de tu credencial debidamente sellada). ¡Aquí los tienes!
- Compostela. También conocida erróneamente como Compostelana, es el documento más codiciado. Se adquiere en la Oficina del Peregrino de Santiago de Compostela, junto a la catedral. Para ello, es necesario haber recorrido como mínimo los últimos 100 km a pie o a caballo (desde Sarria, si se sigue el Camino Francés), los últimos 200 km en bicicleta (es decir, desde Ponferrada, si se elige la ruta citada) o las últimas 100 millas náuticas, si se alcanza la costa gallega por mar. También es necesario que la peregrinación se haya hecho por motivos religiosos. De lo contrario, se le entregará una acreditación deportiva. También se puede solicitar, previo pago, un certificado de distancia.
- Cotolaya. Este diploma se ofrece en la iglesia de San Francisco, en Santiago. Los requisitos son los mismos que para la obtención de la Compostela.
- Finisterrana. Se puede recoger en el albergue municipal de peregrinos de Fisterra o Finisterre. Para obtenerla, el peregrino tiene que haber recorrido los 97 km que separan Santiago de esta localidad de la Costa da Morte.
- Muxiana. Similar a la anterior, se solicita en la Oficina de Turismo de Muxía, y se debe de haber completado el trayecto desde Santiago.
- Salvadorana. Se recoge en la catedral de Oviedo. La pueden solicitar todos aquellos que hayan cubierto los 125 km del Camino de San Salvador, entre León y Oviedo.
- Lebaniega. Se ofrece a los peregrinos que lleguen al monasterio de Liébana, siguiendo el Camino Valdiniense o bien el Camino Lebaniego.
- Pedronia. Este certificado se obtiene tras caminar un mínimo de 18 km hasta la localidad gallega de Padrón.
- Ignaciana. Aunque el Camino Ignaciano —el que realizó San Ignacio de Loyola en 1522 entre el municipio guipuzcoano de Azpeitia y la ciudad barcelonesa de Manresa— no es una ruta jacobea, lo cierto es que ambas comparten la misma red de albergues públicos. Su certificado, la Ignaciana, se entrega a quienes hayan realizado los últimos 100 km a pie o los últimos 200 km en bicicleta. Se puede conseguir en la calle de Sant Ignasi, 36, Manresa. Ten en mente que aquí necesitarás una credencial propia (consulta en el sitio web oficial dónde comprarla).
4. Ten a punto tu mochila
Llegamos al que quizás sea el punto más importante sobre cómo preparar el Camino de Santiago: la mochila del peregrino. Además de seguir una regla de oro indispensable —que, una vez llena, no supere el 10% de tu peso en kilos, para no sobrecargar la espalda y los hombros—, en tu equipaje deberás llevar lo siguiente.
- 2 o 3 mudas (no son necesarias más, ya que la ropa se puede lavar en los albergues)
- 2 o 3 camisetas y pantalones
- 1 par de bambas o botas de caminar, impermeables y 2 tallas por encima de la tuya
- 1 par de zapatillas que sirvan como calzado de descanso
- 1 par de zapatillas de baño
- 1 gorra o sombrero (¡hay que protegerse del sol y el calor!)
- 1 toalla (si es posible, de microfibra, que son las más ligeras)
- 1 saco de dormir
- Tapones para los oídos y antifaz para los albergues
- 1 linterna, para evitar encender la luz del albergue los días que madrugues
- 1 cantimplora con agua
- 1 pequeño botiquín de primeros auxilios, con tiritas, alcohol, algodón, vendas…
- Ungüento o crema para los pies
- Crema solar con un alto factor de protección
- Una capelina o chubasquero (para ti y para la mochila)
- Imperdibles o pinzas para colgar la ropa húmeda de la mochila
- Jabón o detergente para la ropa
- Teléfono móvil y cargador
- Una guía en papel con la ruta o alguna app del Camino de Santiago
- Tarjeta sanitaria o seguro médico
- ¡Tu credencial!
- La concha del peregrino (opcional), que será tu amuleto durante el recorrido
- Un bastón o palos telescópicos de senderismo o trekking (también opcionales)
- Un presupuesto a partir de unos 30 o 40 € diarios
Un consejo: si no quieres ir cargado/a en cada etapa con tu mochila, recuerda que algunas de las rutas jacobeas más frecuentadas, como el Camino Francés, ofrecen un servicio de transporte de mochila de albergue a albergue, con un precio de a partir de 4 € por jornada.
5. Planifica el alojamiento en el Camino de Santiago
Dejamos la parte más delicada para el final. Se trata, efectivamente, de organizar alojamiento en el Camino de Santiago. Como sabes, lo más habitual es alojarse en albergues de peregrinos. Los hay de dos tipos: públicos y privados, estos últimos más caros que los anteriores, aunque suelen ofrecer más servicios y un nivel de confort —y a veces de privacidad— un poco más alto. Además, presentan la ventaja de que, a diferencia de los públicos, admiten reservas con antelación. En el caso de los primeros, la única manera de asegurarse una plaza es llegar cuanto antes al fin de la etapa y, si el establecimiento aún no está abierto, hacer cola o dejar la mochila en la fila para obtener una plaza (generalmente, en literas).
El precio de los albergues va desde la voluntad (esta suele tener un precio de a partir de 5 € por persona y noche) hasta 12 o 13 €, si bien los hay más caros (sobre todo, fuera de España). Como podrás comprobar, la tarifa de las mismas se encarecen a medidas que te acercas a Santiago.
Aunque los albergues suelen estar muy limpios, a veces dormir por la noche puede resultar un tanto incómodo por los ruidos (ronquidos, toses, peregrinos excesivamente madrugadores, etc.). Por suerte, en algunas localidades también hay hoteles baratos en los que podrás descansar a cuerpo de rey por muy poco.
¿Quieres algunas sugerencias? ¡Las tenemos! Por ejemplo, con nuestros chollos en Cantabria, Asturias y Galicia, podrás alojarte en hoteles en Santillana del Mar y Gijón, dos de las localidades más destacadas del Camino del Norte, el más largo en España, que recorre la costa del Cantábrico (en el caso de Gijón, también es el punto de finalización de la Vía de la Plata). En Galicia, solemos lanzar ofertas de vacaciones en Corcubión, uno de los finales de etapa del Epílogo a Fisterra. U hoteles en Burgos, ideales para quienes hagan el Camino Francés.
¿Lo tuyo es la playa? En ese caso, es recomendable optar por uno de los tramos del Camino más recientes: la Vía Marina. Inaugurada en la primavera de 2018, discurre entre Sarrià de Ter (Girona) y la ciudad de Barcelona, siguiendo la antigua Vía Augusta romana. Al ser un itinerario creado hace muy poco, todavía no dispone de una red de albergues. Sin embargo, con nuestros hoteles en la Costa Brava —la segunda etapa concluye en la turística Lloret de Mar— y nuestros chollos en la costa del Maresme, el precio será la última de tus preocupaciones.
Ahora qué ya sabes cómo preparar el Camino de Santiago… ¡es el momento de decidir tu ruta! Y si tu llegada a Santiago de Compostela —aunque, evidentemente, puedes llegar hasta el municipio que desees— tiene lugar el 25 de julio, día del apóstol, te aseguramos que vas a disfrutar aún más de la experiencia. ¡No te olvides de dar el tradicional abrazo a la estatua del santo (si las medidas de seguridad por el COVID-19 no lo impiden)!
¿Tienes algunas otra recomendación para los peregrinos y peregrinas? Si es así, no dudes en mandarnos tus comentarios. ☺ ¡Buen Camino!