¿Qué pasó con las 7 maravillas del mundo antiguo?
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Pocas cosas están tan presentes en nuestra cultura y en nuestro día a día como el número 7. Parece el perejil de todas las salsas, ya que nos lo encontramos en todas partes: desde los días de la semana hasta los pecados capitales, pasando por las virtudes, los sacramentos, los enanitos de Blancanieves o las novias para los hermanos del famoso musical de Stanley Donen. Incluso nos acompaña a la hora de viajar. Y para muestra, un botón: si te apasionan los viajes arqueológicos, seguro que te has preguntado alguna vez qué pasó con las 7 maravillas del mundo antiguo.
¿Es este tu caso? Entonces, estás en el sitio adecuado. Aunque no somos Indiana Jones —como sabes, nos conformamos con encontrar para ti las mejores ofertas y chollos de viaje—, hoy nos hemos propuesto arrojar un poco de luz sobre este tema. Así, además de dar respuesta a tu curiosidad —¡que también es la nuestra!— también te proporcionaremos algunas ideas de destinos para unas vacaciones baratas y de calidad. ¿A qué suena bien? Solo un pequeño apunte antes de empezar: aunque este dato no es muy conocido, el padre de este famoso top-7 fue Antípatro de Sidón, un poeta griego del siglo II a.C.
Abróchate los cinturones, porque empezamos un viaje de varios milenios por algunos de los grandes hitos de la historia del arte. ¿Preparado/a?
Los jardines colgantes de Babilonia
Abrimos este recorrido por las 7 maravillas del mundo antiguo con el lugar que encierra más interrogantes: los jardines colgantes de Babilonia. De entrada, se desconoce quién fue su autor, aunque la hipótesis más extendida asegura que datan del reinado de Nabucodonosor II (630 a.C.-562 a.C.), quien habría ordenado erigirlos en honor a su esposa, Amitis. No obstante, en 2013, la investigadora de la Universidad de Oxford Stephanie Dalley publicó que esta construcción se habría llevado a cabo en tiempos de los asirios, bajo el reinado de Senaquerib y hace unos 2.700 años. Por otro lado, estos no habrían estado en Babilonia, sino en Nínive, en la actual Irak.
El aspecto de estos jardines es también un misterio. Según los historiadores Diodoro y Flavio Josefo, estaban distribuidos en azoteas de piedra, formando una especie de pirámide que recordaba a las montañas. El techo del edificio habría estado recubierto de tierra para plantar los árboles más grandes y había contado con un sistema de regadío capaz de bombear agua del río Éufrates. Sin embargo, algunos autores afirman que esta descripción es errónea debido a un problema de traducción, ya que la palabra colgante sería una adaptación fallida del término griego que se empleaba para referirse a los terrenos cultivables de la antigua Grecia.
Tampoco se sabe nada de su final. En cualquier caso, de haberse hallado en Babilonia, estos habrían quedado arrasados en el año 125 a.C., cuando el rey Evemero incendió la ciudad para conquistarla.
La estatua de Zeus en Olimpia
¿Pensando en marcarte un viaje a Grecia mítico? ¡Bien hecho! Además de ser una magnífica elección, en el país heleno podrás seguir los rastros de algunas de las 7 maravillas del mundo antiguo. La primera de ellas es la estatua de Zeus en Olimpia, un yacimiento arqueológico situado en la Grecia continental y a una 3 horas y media por carretera de Atenas.
Esta escultura, que representa al dios Zeus sentado en un trono, fue concluida en año 433 a.C. por el prestigioso arquitecto Fidias y ubicada en un templo construido expresamente para ella. No obstante, las dimensiones del edificio contrastaban con las de la estatua, que medía entre 12 y 13 m de altura. Al menos, eso aseguraba Estrabón, un geógrafo e historiador griego del siglo I a.C. que fue el único que visitó y describió la estatua. “Si quisiera ponerse de pie, haría saltar el techo del templo”, aseguraba.
No se sabe a ciencia cierta qué sucedió con esta maravilla, que estaba recubierta de oro y marfil y que tenía apliques de madera, cristal y piedras preciosas. Sin embargo, parece que habría permanecido en el templo de Olimpia hasta que en el siglo V d.C., según un pasaje de Cedreno, habría sido trasladada al palacio de Lauso, en Constantinopla (la actual Estambul), donde se cree que fue destruida por un incendio.
El Coloso de Rodas
No nos marchamos aún de Grecia, ya que este país del sur de Europa también dio cabida a otra de las 7 maravillas del mundo antiguo: el Coloso de Rodas, ubicado en el puerto de Rodas, la más extensa de las islas que forman el archipiélago del Dodecaneso.
Aunque su origen es incierto, su autoría se suele atribuir a un discípulo de Lisipo, Cares de Lindos, quien la habría llevado a cabo entre los años 292 a.C. y el 280 a.C. para conmemorar una victoria militar local a finales del siglo IV a.C. Según diversos documentos escritos, se trataba de una estatua de bronce fundido sobre un armazón de hierro y representaba a Helios, el dios solar griego. De acuerdo con los diferentes autores que lo describieron, debió de medir entre 33 i 37 m de altura, a lo que habría que sumar los 15 m de la base de mármol sobre la que reposaba.
Como en el caso anterior, el fin de la estatua permanece envuelto en un halo de misterio. Las crónicas de Plinio el Viejo dicen que se desplomó 56 años después de su construcción a causa de un terremoto. Sin embargo, el artista italiano Antonio Tempesta afirmó en 1606 que los restos del Coloso siguieron intactos hasta el año 653 d.C., fecha en que las tropas del califa Uthmán se habrían llevado todo el bronce a Siria. Una vez allí, un mercader judío, Edesa, habría comprado el metal para fundirlo.
Desde 2015, se viene hablando de un proyecto para reconstruir la célebre estatua, con el objetivo de activar el turismo en Rodas. De fructificar esta idea, el dios Sol volvería a vigilar las aguas del Egeo casi dos milenios después. Increíble, ¿verdad?
El templo de Artemisa en Éfeso
¿Te hace un viaje a Turquía barato para desconectar? Además de poder disfrutar de destinos como Estambul o las caprichosas formas geológicas de Capadocia, esta escapada también te llevará a Éfeso, una antigua ciudad que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2015.
Allí se encuentra lo que queda del templo de Artemisa, erigido en 575 a.C. o 560 a.C. No se sabe quién encargó las obras, aunque hay dos candidatos: Cresos, rey de Lidia, o Jenofonte, sumo sacerdote de Artemisa en Éfeso. Las fuentes tampoco se ponen de acuerdo a la hora de fijar las dimensiones del templo, aunque su longitud habría oscilado entre los 112 y los 114 m.
Lo que sí está claro es cuál fue el trágico final del edificio, ya que un fanático religioso de nombre Eróstrato o Heróstrato le prendió fuego en el año 356 a.C. Más de dos siglos después, las excavaciones de Éfeso encabezadas por John Turtle Wood sacaron a la luz los restos del templo en 1869. Hoy, estos aún pueden visitarse.
El mausoleo de Halicarnaso
La segunda de las 7 maravillas del mundo antiguo sita en Turquía es el mausoleo de Halicarnaso. Perteneciente al virrey de Caria, Mausolo, este impresionante monumento funerario se hallaba en Halicarnaso, una antigua provincia persa. Se desconoce quién lo impulsó: pudo haber sido el propio Mausolo o su hermana, Artemisa, quien habría encargado la construcción de la tumba el año de la muerte del mandatario, en el 352 a.C. o 353 a.C. Las obras finalizarían cuatro años después, supervisadas por los arquitectos Sátiro de Paros y Piteo.
Se trataba de un edificio de forma rectangular y de más de 42 m de altura, rodeado de columnas, rematado con un tejado piramidal y embellecido con un centenar de esculturas. Unas excavaciones danesas llevadas a cabo en las décadas de 1970 y 1980 ayudaron a conocer la apariencia del edificio.
Una vez más, no sabemos qué pasó con este edificio. Mientras que algunas fuentes señalan que a principios del siglo XV ya estaba en ruinas debido a los terremotos, otros fechan su desaparición en el siglo XVI. Concretamente, entre 1522, año en el que el habría empezado a ser explotado como cantera, y 1581, momento en que sus piedras habrían sido reutilizadas para levantar una fortaleza. En 1856, el arqueólogo Charles Thomas Newton inició las primeras excavaciones en la zona, que apenas tardaron unos días en dar sus frutos.
En la actualidad, algunos restos de este sepulcro, como un carruaje con cuatro caballos y algunos frisos con escenas de lucha, pueden admirarse en el Museo Británico. ¿Te tienta una escapada a Londres para descubrirlos?
El faro de Alejandría
En el año 279 d.C., y después de dos décadas de trabajo, la isla de Faros, en Alejandría, vio terminado el que con el tiempo se convertiría su edificio más emblemático: una torre para paliar los problemas de navegación existentes en el litoral africano. Más adelante, esta obra tomó prestado el nombre de su emplazamiento: el faro de Alejandría. Aunque no aparecía en las primeras alusiones sobre las 7 maravillas del mundo —su lugar lo ocupaban las murallas de Babilonia—, los seguidores del monje Beda el Venerable lo incluirían en una lista aparecida en el norte de Europa en el siglo VI.
El edificio, de 122 m de altura y orientado a los cuatro puntos de la brújula, estaba integrado por tres cuerpos de mármol blanco: la parte baja era de planta rectangular; la del medio, octogonal, y la superior, cilíndrica. Esta última restaba coronada por una enorme almenara rodeada de columnas, en la que ardía una llama que podía divisarse a una distancia de 50 km.
Pese a sobrevivir a un terremoto en 796 que dañó gravemente su estructura, el faro resistió hasta que otro seísmo, ocurrido en 1375, lo destruyó completamente. Un siglo después de su desaparición, se levantó el fuerte de Qaitbay en el punto exacto donde se había alzado el faro.
Las pirámides de Guiza
Acabamos este recorrido con la única de las 7 maravillas del mundo antiguo que se conserva casi intacta, siendo además la primera que se construyó: las pirámides de Guiza, a pocos kilómetros de El Cairo. Estos fascinantes monumentos funerarios fueron construidos entre los años 2650 a.C. y 2550 a.C. por los tres faraones de la IV Dinastía que las ocuparían tras su muerte: Kefrén, Keops y Micerino. La mayor de ellas es pirámide de Keops, de 137 m de altura y formada por dos millones de bloques de piedra, de 2.300 kg cada uno. Junto a ellas, se alza la no menos icónica esfinge de Guiza, el templo de la esfinge y algunas pirámides menores pertenecientes a las reinas egipcias.
Un circuito por Egipto puede ser la excusa perfecta para acercarte a esta obra maestra de la arquitectura universal.
Visitar esta maravilla está a tan solo un clic.
Bonus track: las 7 maravillas del mundo moderno
Aunque hay un refrán que dice que las segundas partes nunca fueron buenas, a veces hay honrosas excepciones. Por ejemplo, las 7 maravillas del mundo moderno, una lista formada por los monumentos aún existentes que resultaron los ganadores en un concurso público e internacional organizado en 2007 por la empresa privada New Open World Corporation. Son los siguientes:
- Chichén Itzá, en México.
- El Coliseo de Roma, en Italia
- La estatua Cristo Redentor, en Río de Janeiro, Brasil
- La Gran Muralla China, en China
- Machu Picchu, en Cuzco, Perú
- Petra, en Jordania
- El Taj Mahal, en Agra, India
Con algunos de nuestros chollos de vacaciones, como los circuitos por Jordania o una escapada a Roma con vuelo y hotel, entenderás por qué estos lugares fueron los elegidos.
¿Te saben a poco estos destinos? Si es así, debes saber que en 2011 se dio a conocer el resultado de una iniciativa similar, destinada a elegir las 7 maravillas naturales del mundo. Los sitios escogidos fueron la montaña de Mesa(1), en Sudáfrica; las cataratas del Iguazú(2), entre Argentina y Brasil; Amazonia(3), en Sudamérica; la bahía de Halong(4), en Vietnam; la isla de Jeju(5), en Corea del Sur; el Parque Nacional de Komodo(6), en Indonesia, y el río subterráneo de Puerto Princesa(7), en Filipinas.
Ahora que ya sabes qué pasó con las 7 maravillas del mundo antiguo y cuáles son sus sucesoras, te invitamos a que nos des tu opinión.
¿Qué te parece la nueva lista? ¿Añadirías o quitarías alguno de estos lugares? No dudes en mandarnos tus mensajes: nos encantará leerte. ?
