Viaje a Alicante, Altea, Benidorm y Guadalest
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Cualquier momento es bueno para viajar. Ése es un lema que todos los miembros de BuscoUnChollo.com tenemos en mente siempre. Ya sea para una escapada de fin de semana o para una ruta por el mar Mediterráneo, nosotros siempre estamos dispuestos a coger nuestra maleta con lo necesario y poner rumbo a nuestro próximo destino.
Por ello, en épocas de verano tenemos mil anécdotas que contar y cientos de historietas que narrar ya que no paramos quietos. Hay quien se decanta por coger el avión y visitar grandes ciudades como Praga. Otros en cambio, deciden pasar unos días de relax visitando alguno de los chollos con spa con los que contamos en nuestra página web. Como ves, ¡para gustos hay colores!
Esteban, que forma parte del Departamento de Comunicación y que ya nos contó su experiencia en Zaragoza hace unos meses, ha pasado unos días por la costa alicantina con sus amigos. ¿Y sabes qué? Nos ha vuelto a explicar todos sus trucos para que puedas gastar lo mínimo posible en tu viaje a Alicante, todos los lugares que ha visitado y las playas en las que se ha refrescado. ¡Atención! Queremos advertir de que, después de leer esta entrada, vas a tener muchíííísimas ganas de reservar uno de nuestros chollos en Alicante. Si no te lo crees, ¡compruébalo por ti mismo/a!
La Explanada de Alicante
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¡Hola a todos! ¡Qué ganas tenía de escaparme de nuevo y contaros mi experiencia otra vez! En esta ocasión, contaba con tres días libres para viajar y me apetecía visitar Alicante, lugar en el que tengo grandes amigos de mi estancia de Erasmus. Así pues, después de hacer un par de llamadas y comprar mi billete de tren, ya tenía mi viaje planificado.
Viajar en tren, ¡una buena idea!
Dado que mis amigos y yo somos de decidir los planes de última hora, pensaba que el trayecto en tren iba a costarme un ojo de la cara. Sin embargo, me llevé una grata sorpresa al comprobar que en verano hay una gran cantidad de ofertas para viajar en este medio de transporte. Dicho esto, una vez finalicé mi jornada laboral, me dirigí a la estación y puse rumbo a Alicante.
Los asientos del Euromed”con salida desde Barcelona y en dirección a Alicante son muy cómodos y las instalaciones son bastante nuevas, por lo que se presentaba un trayecto bastante tranquilo. Pero para mi sorpresa, a los minutos de haberme acomodado, apareció una amiga en el mismo vagón que yo. ¿Y sabes qué? ¡Tenía asignado el asiento de al lado!
Como ya imaginarás, nos pasamos gran parte del trayecto poniéndonos al día y, en lo que me pareció un suspiro, el megáfono anunció parada en Valencia, lugar en el que paraba mi acompañante. El resto del trayecto lo pasé viendo uno de los documentales que ponen en las televisiones del tren y, como se suele decir, llegué en menos que canta un gallo. Dado que era casi media noche, decidimos ir a descansar para aprovechar al máximo el día siguiente.
Día de playa y turismo en Altea
Tal y como planeamos, el viernes a primera hora ya estábamos todos de pie con nuestro café para aprovechar el excelente clima alicantino. Una vez cogimos todo lo necesario para ir a la playa, pusimos rumbo a nuestro destino: San Juan de Alicante. Todos mis amigos coincidían en que se trataba de una de las mejores zonas costeras de la provincia. Y no estaban equivocados.
Al llegar, me quedé sorprendido de la extensión del lugar, tanto por lo que respecta a la de longitu, como a la distancia del paseo que hay que caminar para llegar al mar. La playa cuenta con multitud de servicios: decenas de restaurantes, parques infantiles, socorristas, servicio de alquiler de barcas y mucho más. Sin embargo, lo que más valoré en ese momento fue la más que agradable temperatura del agua. Sí, lo reconozco: ¡soy muy friolero!
La playa de San Juan, una de las mejores de Alicante
Una vez fuimos conscientes de que nuestro cuerpo ya había estado expuesto bastante tiempo al sol, recogimos el campamento y acudimos a comer a uno de los restaurantes de la zona. Yo ya iba preparando el monedero ya que las zonas de restauración cerca de la playa no suelen ser muy baratas. Sin embargo, ¡me quedé gratamente sorprendido por el económico precio de los menús!
Por la tarde, nuestro itinerario marcaba visitar uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Alicante: Altea. Al llegar, corroboramos lo que decían todas las guías de viaje: ¡es encantador! Sus blancas fachadas, las calles de piedra y los miradores son sólo una parte de su atractivo. Pero, sin lugar a dudas, lo que más me gusto de este lugar fue el ambiente que se respiraba al dar un paseo. Ver ponerse el sol mientras los músicos adornaban con sus melodías todas las plazas y las luces maquillaban cada rincón, fue uno de los momentos más especiales de mi viaje a Alicante.
Altea es uno de los pueblos más encantadores de Alicante
Alicante, Guadalest y Benidorm, ¡todo en un día!
Si tuviese que definir mi segundo día de viaje con una palabra, sería intenso. Al contrario del día anterior, decidimos alargar un poco la hora de levantarse, para hacer un poco de turismo por la ciudad. A pesar de que no era la primera vez que visitaba Alicante, siempre hay nuevos lugares que descubrir y sitios que volver a visitar. Éste es el caso de la Explanada, una de las zonas más simbólicas y que debes recorrer cada vez que pises estas tierras. Y…¿qué mejor idea que hacerlo con un rico helado de tiramisú? Me relamo sólo de pensarlo.
Mmmmmhh…¡Qué bueno!
Después de comer decidimos ponernos el mono de turista y visitar otro de los pueblos más famosos de la región: Guadalest. Se trata de un lugar situado en el pico de la montaña desde donde se puede contemplar una espectacular panorámica del lago. Además, te recomiendo dar un pequeño paseo por sus calles y visitar su castillo. Eso sí: la entrada en época de verano es hasta las 21:00h, así que no lo dejes para el final del día.
Vistas al lago desde el mirador de Guadalest
Dado que en Guadalest no hay muchos sitios para cenar, decidimos hacer una parada en Benidorm, ciudad que aún no había visitado y que estaba en nuestro camino. Encontrar aparcamiento por la playa de Levante fue misión imposible, así que decidimos ir a la de poniente, que no tiene tanta afluencia de gente. Al bajar del vehículo, me quedé asombrado de la elegancia del paseo marítimo. No obstante, si hay algo que destaco, son las vistas de los rascacielos iluminados. Un última recomendación por si vas a Benidorm: allí se encuentra el hotel más alto de Europa, el Gran Hotel Bali. Ponte debajo y alza la vista, ¡te quedarás boquiabierto/a!
El paseo marítimo y las vistas de Benidorm
¡No quiero que acabe mi viaje a Alicante!
La última mañana de mi viaje, la quise aprovechar al máximo para visitar uno de los barrios de Alicante más pintorescos: el barrio de Santa Cruz. A los pies del Castillo de Santa Bárbara, se encuentra este pequeño rincón que homenajea a Andalucía.
Un pequeño suspiro andaluz en Alicante
Desde allí, se puede acceder al Parque de la Ereta, y contemplar una de las mejores panorámicas de la ciudad, pero, si puedes, acude a este lugar una vez se ponga el sol ya que hay pocas zonas con sombra. Y de paso, a ver si encuentras la famosa cara del moro en la montaña. ¡Yo sí lo hice!
Si echas imaginación verás la cara del moro a la izquierda
Después de comer, pusimos rumbo a la estación de Alicante, no sin antes marcarme un Arnold Schwarzenegger y citar una de sus frases más populares de la historia del cine antes de partir: “Volveré”.
Y hasta aquí la experiencia en Alicante de Esteban. ¡Cuéntanos qué te ha parecido en un comentario! Y si quieres aportar alguna recomendación o sitio que visitar, no dudes en comentar. Estaremos encantados de leerte 🙂